La respuesta es rotunda: no. No existe (ni creemos que llegue a existir) un programa capaz de comunicar con total fiabilidad a dos personas. Cualquier texto está repleto de matices, juegos de palabras, dobles sentidos… Ese es precisamente el gran reto de la traducción. Ninguna máquina o programa es capaz de captar todo eso y transmitirlo fielmente al receptor. Para ello, es necesaria la figura del traductor.
Sí es cierto que hay algunos programas, como Systran, que cuentan con muchos años de historia y que, gracias a los glosarios y memorias de traducción, llegan a realizar traducciones «decentes». No obstante, siempre será necesario un proceso de posedición para detectar posibles fallos u omisiones en la traducción resultante. Como ya hemos dicho, no existe aún el programa capaz de sustituir la labor del traductor.
Lo que sí utilizamos son programas de traducción asistida, como SDL Trados, que nos permiten crear glosarios y memorias de traducción, y así agilizar el proceso de traducción cuando se trata de proyectos similares, de un mismo cliente o que contienen repeticiones, en cuyo caso contenido y terminología coinciden en gran medida.