errores de traducción

Errores de traducción de grandes empresas

Los errores de traducción de grandes empresas suelen dar la vuelta al mundo.

La traducción errónea de un eslogan o frase publicitaria puede arruinar por completo toda una campaña de publicidad. ¿Las consecuencias? La pérdida de miles de millones de dólares, euros o cualquier divisa, sumada al desprestigio que sufre la imagen de la empresa que pretende exportar su producto o servicio y establecer vínculos a escala global.

Y es que de estos errores de traducción no se escapan ni las grandes marcas. Esas que llenan nuestros armarios, cuartos de baño y frigoríficos. Así que, como hoy nos apetece reírnos un poco, os traigo una recopilación de fallos garrafales que han hecho historia. ¡Las risas están aseguradas!

Traducciones literales erróneas

  1. En el año 1977, America Airlines quiso promocionar en el mercado mexicano sus nuevos asientos de cuero de primera clase. Para ello, decidió utilizar el lema publicitario que tanto éxito había tenido en Estados Unidos: «Fly in leather». Una idea genial si no se hubiera traducido literalmente como «vuela en cuero», que en español se puede interpretar como «vuela desnudo». ¿Te imaginas?
  1. Otra gran marca que metió la pata con una traducción literal fue, ni más ni menos, que Pepsi. En los 90, la empresa lanzó una campaña de marketing mundial con el eslogan «Come alive with Pepsi». Pues bien, en Taiwán el verbo «come alive» fue interpretado literalmente como «revivir a los antepasados». En consecuencia, la frase publicitaria se extendió por el mercado asiático como: «Pepsi traerá a tus antepasados de vuelta de entre los muertos». ¿Puede sonar peor?
  1. Si seguimos hablando de traducciones literales, creo que Parker, la compañía estadounidense de plumas y bolígrafos, se lleva la palma. La empresa puso a la venta una colección de plumas que contaban con un sistema antigoteo. En los mercados anglófonos, el producto se comercializó con el eslogan «It won’t leak in your pocket and embarrass you», que en español se puede traducir como «no goteará en tu bolsillo ni te avergonzará», pero que en México quedó traducido como «no goteará en tu bolsillo ni te embarazará». Sin duda, quien fuera que se encargó de la traducción se dejó despistar por el false friend «embarrass» que, aunque suene similar a «embarazar», realmente significa «avergonzar» o «avergonzarse». Pensar que una pluma puede dejarte embarazada es cuanto menos inquietante…
  1. También al otro lado del charco, la empresa estadounidense Coors comercializó su cerveza en México con una traducción literal del eslogan en inglés «Turn it loose!». El resultado fue «aflójalo», una frase que parece más un consejo dirigido a alguien con problemas intestinales que una invitación a beber cerveza.
  1. El exceso de literalidad también le jugó una mala pasada a la marca de cigarrillos Salem, «el cigarrillo que refresca». Cuando la empresa estadounidense quiso dar el salto a Japón, lo hizo con el eslogan «cuando fumas Salem, te refresca tanto que tu mente parece estar libre y vacía». Sin duda, no supieron reflejar bien el concepto «mente despejada».
  1. Pero no hace falta salir de España para encontrar ejemplos de errores de traducción. En 2012,Vitoria-Gasteiz recibió el título de «European Green Capital», distinción que se otorga anualmente a la ciudad europea que más (y mejor) ha trabajado para mejorar la calidad ambiental de sus habitantes. Por este motivo, el Ayuntamiento lanzó una campaña en euskera, castellano e inglés. Su eslogan era «Vitoria-Gasteiz, donde el verde es capital». Después de que la campaña se difundiera, se dieron cuenta de que la traducción que se hizo al inglés, «Vitoria-Gasteiz, where the green is capital», no representaba exactamente la conciencia verde de la ciudad. Y es que el (mal) uso del artículo «the» hace pensar en el green como parte de un campo de golf y no como sinónimo de ecología y sostenibilidad.

Errores de traducción culturales

  1. No le fue mucho mejor al Grupo Electrolux, fabricante sueco de electrodomésticos, cuando quiso abrirse paso en el mercado estadounidense. No se les ocurrió mejor manera de convencer de la calidad de sus aspiradoras que con la desafortunada frase: «Nothing sucks like an Electrolux», con la que pretendían anunciar algo así como «nada aspira como una Electrolux». Lo que los escandinavos no pensaron es que, en Estados Unidos, «it sucks» hace referencia a que algo es una m*****. Así, el eslogan se entendió (finamente) como «nada peor que una Electrolux». Una manera peculiar de publicitarse, ¿verdad?
  1. Otro error de traducción, que personalmente me encanta, es el que cometió la conocida cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC) en 1987, cuando decidió dar el salto a China. Todo un reto. Logotipo, nombre, productos… contaban con todos los ingredientes necesarios para triunfar. Hasta que llegó el eslogan «Finger lickin’ good», o lo que en español viene a ser «para chuparse los dedos». Y vosotros pensaréis: «pues suena bien». Sí, si vives en Occidente. No contaron con que esa expresión, tan común para nosotros, no era utilizada por los orientales, quienes la interpretaron como «cómete tus dedos». ¡Claro que sí, guapi!
  1. Otro ejemplo de lo complicado que resulta adaptar una denominación o un lema publicitario a una cultura radicalmente diferente a la de origen nos lo muestra Coca-Cola. Cuando la marca fue presentada inicialmente en China, optaron por traducir el nombre y eligieron los fonemas «Ke-kou-ke-la» para que sonara de manera similar al oído. Pero… ¡sorpresa! Ya con los carteles impresos y todo preparado para dar el gran salto al mercado chino, descubrieron que el significado de esa frase era «muerde el renacuajo de cera» «yegua rellena de cera», dependiendo del dialecto. Al final, no les quedó más remedio que cambiarlo por «Ko-kou-ko-le», que se puede traducir como «felicidad en la boca». Ya ves… ¡ni Coca-Cola se salva!
  1. Pero la compañía estadounidense no ha sido la única en cometer errores de traducción por desconocimiento de la lengua y la cultura meta. Poco después de adentrarse en el mercado inglés, Kinki, una importante agencia turística de Japón, se vio obligada a cambiar su nombre puesto que, en inglés, «kinky» significa «pervertido» o «fetichista». Imaginaos las caras cuando empezaron a recibir cientos de peticiones de viajes sexuales…
  1. Sin alejarnos del terreno sexual, la marca Colgate introdujo en Francia un nuevo dentífrico con el nombre «Cue». El problema fue que en el país galo ya existía una conocida revista erótica con el mismo nombre.
  1. Algo parecido le ocurrió a Puffs, una marca de pañuelos muy popular en Estados Unidos. Sin embargo, cuando se intentó introducir en el mercado alemán, nadie cayó en la cuenta de que, en alemán, «puff» significa «prostíbulo». No sé yo si la adaptación del producto tuvo mucho éxito…
  1. Por su parte, la marca de cosméticos estadounidense Clairol presentó en el mercado alemán el rizador «Mist Stick» («palo de niebla») sin saber que, en Baviera, la palabra «mist» significa «estiércol» o «excrementos». Obviamente, el «palo de estiércol» no triunfó.
  1. Parece que las empresas españolas se libran de los errores de traducción, ¡pero no! Hace aproximadamente tres años, MANGO decidió distribuir en Francia sus pulseras tipo esclava, un complemento que recibió el mismo nombre al otro lado de los Pirineos. En nuestro país está muy extendido el término «esclava» para designar una pulsera sin adornos. Sin embargo, en Francia significa únicamente eso, una «persona que carece de libertad por estar bajo el dominio de otra». Desde luego, no estuvieron muy acertados a la hora de definir su estrategia…
  1. Cambiando de sector, en Italia, se difundió un anunció de tónica Schweppes en el que se había traducido «tónica» como «higiénica» y que, por tanto, publicitaba «agua higiénica Schweppes», algo que los italianos asociaron a agua del váter (¡y con toda la razón del mundo!).
  1. Y no queremos olvidarnos de nuestros amigos los bancos. ¡Ellos tampoco se escapan! Concretamente, la multinacional británica HSBC lanzó a Estados Unidos una campaña promocional con el lema «Assume Nothing» («no dé nada por sentado»). El problema vino cuando de allí se extendió a una serie de países donde el eslogan fue traducido como «No haga nada». HSBC se vio obligada a gastar un total de 10 millones de dólares para rediseñar su campaña publicitaria.

Errores de traducción en la industria automovilística

Pero, si una industria destaca en esto de meter la pata, es, sin duda, la automotriz.

  1. Ford, por ejemplo, llevó al mercado brasileño un modelo llamado «Pinto» que, en el argot popular, significaba «genitales pequeños». Obviamente, Ford acabó cambiando el nombre al vehículo, que pasó a denominarse «Corcel».
  1. La multinacional también tuvo problemas en Bélgica, donde lanzó una gran campaña con el eslogan «Every car, a high quality body». Con lo que Ford no contaba era con la posibilidad de que el término «body» fuera traducido como «cadáver» en lugar de como «carrocería» (entendemos que no contemplaran esa opción, ya que no es muy lógica), de modo que la frase publicitaria quedó traducida como «un cadáver de alta calidad para cada coche». ¡Miedo!
  1. Otras empresas automovilísticas también se vieron obligadas a cambiar el nombre de sus modelos en los mercados hispanohablantes, tal es el caso del «Mitsubishi Pajero», que pasó a llamarse «Montero», el «Mazda Laputa», que no llegó a comercializarse en Europa, el «Nissan Moco», que, para más inri, se anunciaba con la imagen de un modelo verde pálido, el «Lamborghini Reventón», del que solo se comercializaron 20 unidades, o el «Chevy Nova», que fue rebautizado como «Caribe» cuando cayeron en la cuenta del significado de «no va» en castellano.

¿Es una buena opción no contratar un servicio de traducción profesional?

Yo creo que la respuesta está clara.

Si no se gestiona correctamente, la publicidad puede ser negativa. Por ello, considero que es necesario resaltar, una vez más, la importancia para las empresas de estar rodeados de profesionales expertos en la materia, que conozcan a fondo la filosofía de la compañía, entiendan qué se va a vender y se involucren de lleno en el proyecto. Es primordial enfocar las estrategias de manera completamente personalizada, aunque estemos hablando del mismo producto.

¡Espero que os haya divertido leer estos errores de traducción de grandes empresas tanto como a mí recopilarlos y redactarlos!

¡Hasta el próximo post!

Ana Gutiérrez González
Ana Gutiérrez González

CEO y fundadora de Between Traducciones. Soy licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada y Traductora Jurada de Inglés, habilitada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España.

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