Hace algo más de un mes, nuestra agencia de traducción compartía en la página de Facebook un artículo publicado por el periódico 20 minutos, donde se hacían eco de las quejas presentadas por la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) en relación a la «pésima calidad» del subtitulado en el debate a cuatro retransmitido por Atresmedia el pasado 7 de diciembre. Pocos días después de la emisión, Concha Díaz, presidenta de la CNSE, mostraba su preocupación y recalcaba que el subtitulado es de «vital importancia» para las personas que presentan dificultades auditivas y que de «su calidad» depende que estén bien informadas o no.
En Between no podemos estar más de acuerdo. Lo peligroso es que, hoy que todo está al alcance de nuestra mano, olvidamos el valor de las cosas cotidianas a las que podemos tener acceso fácilmente e, incluso, de las palabras. La información nos hace creer que sabemos más de lo que en realidad sabemos y eso nos hace caer en nuestro mayor enemigo: la ignorancia.
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La importancia de los subtítulos para personas con discapacidad autitiva o sordera
Hace solo unos días, el Defensor del Espectador trasladaba también las quejas recibidas de los espectadores por la calidad del subtitulado en TVE. Según informaron, los subtítulos no coincidían en absoluto con la realidad que estaban percibiendo en ese momento. La responsable de Accesibilidad ha «culpado» del incidente al sistema que emplearon: una técnica de reconocimiento automático del habla capaz de gestionar una señal de voz que, luego, un ordenador convierte en texto escrito.
Probablemente sea cierto y algunos estudios no cuenten con la tecnología más innovadora. Pero, ¿la solución es conformarse y alegar este hecho como excusa? Yo creo que no. El subtitulado es la puerta a la información para aquellas personas con discapacidad auditiva o sordera. El derecho a la información es un derecho para todos los miembros de la sociedad.
Cómo crear un buen subtitulado
Para crear un buen subtitulado es fundamental conocer las necesidades específicas del usuario sordo, saber hacer frente a los problemas de adaptación, respetar los aspectos técnicos que facilitan la lectura, ser consciente de la importancia de la revisión… El subtitulado y la labor de los subtituladores, gracias a la cual todos podemos consumir material extranjero, es un mundo por descubrir y del que aprender.
En futuras entradas profundizaremos más en cada uno de estos aspectos hasta ofreceros la imagen más completa posible de este ámbito, pero hoy, siguiendo la línea del artículo del que hablábamos al principio, queremos reivindicar el papel de los subtítulos, tanto para el colectivo de personas sordas como para el público en general.
Accesibilidad y nuevas tecnologías
Como aspecto positivo podemos decir que, gracias a las tecnologías que se han ido incorporando a nuestra vida diaria, se ha logrado facilitar el acceso a los contenidos y la información relacionados con el ocio. Afortunadamente, el uso de estos servicios se ha ido normalizando y personalizando con el tiempo, de modo que las personas con discapacidad pueden disfrutar del ocio con menos limitaciones cada vez. Ya no tienen que esperar a que se celebren eventos dirigidos a ellas, sino que pueden compartir la vida social con el resto de personas, en igualdad de condiciones.
Hay que tomar conciencia de la importancia de los subtítulos y de que su calidad debe ser excelente. Que las personas puedan acceder a cualquier tipo de contenido e información es un derecho básico. La accesibilidad es uno de los temas de mayor importancia que no debe caer en saco roto, especialmente en el ámbito de la educación. El servicio de subtitulado es fundamental en las aulas, ya que solo lograremos una inserción social y laboral normalizada si todos estamos en igualdad de condiciones.
Accesibilidad a medias no es accesibilidad.
¡Hasta el próximo post!